jueves, 30 de octubre de 2014

Estar enfermo -hace unos días-

Hace una semana no pude asistir al trabajo. Se van notando las bajas de los alumnos en clase debido a las epidemias que comienzan en otoño. Yo me contagié después de ellos. No hay cosa más aburrida que estar enfermo, ya que el cansancio es tan grande que no da tregua a hacer nada de lo que te gusta.
Hoy me siento con energía aunque el cielo esté encapotado. Ayer me vino muy bien pasar el día en un pueblo de la montaña en buena compañía y poder achuchar a varios gatos preciosos, suaves y mimosos. Mi favorito fue Dimitri, que tanto me recordó a mi querido Tito.

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